¡UFA!

Sobre la disconformidad.

Mi breve teoría...
El disconforme, siempre que supere su estado emocional primario y condicionante, deberá habitar un espacio, a veces pequeño y otras inmenso, entre las exigencias de su ser y la tolerancia por los escasos logros. Se verá, vez tras vez, entornado por lo que fue y lo que pudo haber sido. Morirá y nacerá a cada intento y a cada fracaso.
En el libro El acoso de las fantasíasSlavoj Zizek declara: "el sentimiento de lo sublime, desde luego, surge de la brecha entre la nulidad del hombre como un ser natural y el poder infinito de su dimensión espiritual". Quizás por esta pretensión el disconforme nunca será del todo feliz, pero aprenderá a abandonar este deseo de muchos a cambio de algunos roces saludables con los ideales que lo habitan. Con la fantasía que lo acosa, con la fortaleza que lo sostiene y la incertidumbre que lo ha de guiar. Las herramientas serán sus poderes, la capacidad su esfera extensible.
Claro que el grado de disconformidad no depende sólo de quien posee esta arma con filo en su mango y punta redonda. Relativízase respecto de cuán capaces de adaptarse a las exigencias de este notable individuo son los personajes que ocupan su entorno. Cuán hábiles al momento de cumplir tratados no acordados y de justificarse falazmente por la inexactitud de sus actos luego de los lamentos pertinentes.
¡Córranse! ¡Dejen tranquilo al disconforme!

Ángel Ermida con Ache

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