LISANDRO NO SE VA (Capítulo 2)
Algunos segundos después, frente a las plateas del estadio, el capitán Lisandro López recordaba esa tarde remota en que lo llevaron a conocer el club. Racing era entonces campeón de un torneo después de treinta y cinco años sin festejos. Mientras Argentina se hundía en la peor crisis económica de su historia, la gente de Racing llenaba dos estadios (el de Vélez, donde se disputaba el último partido y se definía el campeonato, y el del club, solo con fanáticos siguiendo el juego por las pantallas gigantes). En aquel momento el director técnico era Mostaza Merlo, un ex jugador de fútbol que llevó al equipo a conseguir el último título del club. En los dieciocho años que pasaron hasta ahora Racing tuvo muchos jugadores y técnicos. La falta de resultados transformaba en héroe momentáneo a cualquiera de ellos que ofreciera algo de talento, que compartiera su magia para disfrutar del juego; a cualquiera de ellos que demostrara entrega, que le permitiera a la gente sentir en carne el amor