Agradecimientos

 Sobre el génesis.

- !Me hubieras detenido antes de matarla si sabias que iba a morir!
- No sabía que iba a morir, ella me hizo creer... otra cosa.
- En todo caso lo has creído por ti misma. Y también sabes ahora que lo que muere no vuelve a ser llamado de la misma manera que al estar vivo.
- ¿De qué hablas?
- Ahora no es más ella; ahora fue ella, es ESO.
- Tu y tus intenciones de diferenciarte de mi por el modo en que hablas o en que usas este absurdo lenguaje no tendrían que intervenir en este momento. Llevas todo el día nombrando animales y plantas. Date cuenta de una vez que acabamos de matar: acabamos de quitar una vida.
- Por eso la diferencia entre…
- Sabemos que ha muerto, no importa cómo se llamó o cómo se llama.
- El vocabulario marca la diferencia, ahora se la llama de otra manera, pues ha muerto.
- ¡Olvidémoslo! ¿Qué haremos?
- Olvidemos esto también.
- Supongo que es una broma…
- No sé qué hacer. Nunca imaginé que sucedería tan deprisa. Creí que al menos duraría más su apariencia encantadora.
- Nuevamente no sé de qué hablas...
- ¡Eso es lo que siempre debería ocurrir! Quise darte una sorpresa y todo... resultó en espanto. No…
- La hubieras dejado donde estaba.
- Quería agasajarte, mujer. No hubiera podido hacer que fuera tuya. Y tu así lo querías... ¡Tu misma me lo pediste!
- Hablemos con Él, seguramente resolverá este problema. No creo que nos juzgue, tus intenciones eran buenas.
Las flores comenzaron a resguardar sus encantos aún después de arrancadas, gracias a Eva. Siempre murieron, gracias a Dios.
Gracias a Adán hoy existe una “flor” que no muere ni es flor, no nace, no huele ni cautiva. Mezcla de plásticos.
¿Estará Dios agradecido?

Almendra Bernal

Comentarios