Entradas

Mostrando entradas de octubre 6, 2013

La vida a los Bocinazos

Imagen
Para los porteños, el uso de la bocina es inevitable. Más aún: es incontrolable, y a veces imprescindible. No sabemos por qué, pero la usamos para todo. Estará de acuerdo conmigo, si es un auténtico porteño, que en un accidente automovilístico uno pocas veces tiene tiempo de frenar, ¡¿va a tener tiempo de tocar la bocina?! ¡No! Así que para eso no la usamos. Está pensada más bien para festejar que un equipo salió campeón, que otro perdió, que nos casamos, que nos divorciamos. Para avisar que llegamos o para saludar cuando nos vamos. Hay ritmos para cada una de estas situaciones, y aunque no se pueden componer melodías con una única bocina, porque suena siempre en un mismo tono, con la colaboración de algún otro automovilista se pueden lograr cosas maravillosas. Es cierto que los colectiveros hacen trampa, porque en algunos casos ellos sí disparan melodías, pero con tanto tiempo por día en la calle tienen justo derecho a un solo y permitidas otras barbaridades.